sábado, 2 de noviembre de 2013

                                                       TIRANDO A DAR

Prudencio Exojo - @Exojo


Turismo y política 


El guía aleccionó convenientemente al grupo de turistas que viajaban en el bus. 

Miren, se pueden encontrar con diferentes situaciones.

Desde un ligero control, donde los guardias hablan con el conductor, preguntan detalles del viaje y se interesan por cuestiones puntuales, a un segundo nivel, como podría ser la solicitud de pasaportes al azar, realizando preguntas a los pasajeros o, en situaciones extremas, - en la actualidad más improbable,  pero igualmente posible- , exigencia de todos los documentos, cuestionario verbal acerca del tiempo de permanencia, objeto de la visita e incluso preguntas y cuestiones personales. Cualquiera de ellas es posible y todas se pueden dar.

Yo, me bajaré antes de cruzar la frontera. Seguidamente, el bus continuará y al llegar al otro lado, les estará esperando Amal, una guía estupenda que les atenderá con total profesionalidad. 

Pero, Ariel, si no hemos salido de la misma ciudad, cómo es posible que haya frontera de un lado a otro ?. Fue la incrédula pregunta que uno de los turistas llegado desde otro continente, le realizó al guía. Así es, la ciudad de Belén es una de las poblaciones que están bajo control de la Autoridad Palestina. 

Al turista sorprendido, ya le pareció extraño que le hablaran de un corredor de seguridad, - bajo control militar - cuando se estaban refiriendo a la única autovía que une las dos  ciudades más importantes del país, Tel Aviv, capital económica y Jerusalén, la capital política y residencia del Primer Ministro.    

Se interesó por la extraña situación que vivían los ciudadanos de este pequeño país. A duras penas entendía qué significaba aquello de disputar dos pueblos la misma tierra. 

Ariel le dio una explicación que pareció convencerle. Efectivamente, es legítimo que el pueblo judío tenga un país propio, donde vivir en paz y no deba seguir huyendo,  ni verse acosado permanentemente, afirmó el turista, convencido férreamente de los argumentos proporcionados por aquel hombre que parecía tener ganas de disfrutar de una paz firme y duradera.

La Basílica de la Natividad estaba a escasos 200 m donde el bus dejó al grupo. El camino hasta llegar a destino, hizo presagiar la multitud que esperaba haciendo cola para visitar el santo lugar. 

Los temores se confirmaron. Dos horas casi interminables, aún gozando de la contemplación de las obras pictóricas y arquitectónicas que embellecen la Basílica.

La espera y el irrefrenable deseo de saber, fueron suficientes  para el atrevimiento. Éste, no era otro si no realizar preguntas que dieran luz a los misterios más insondables. 
El turista, no se conformó con la explicaciones históricas de aquel santo lugar, que Amal desgranaba con soltura - y un fuerte acento hebreo - , en el castellano fluido con que se expresaba. No se discutía el punto exacto donde alumbrara la Virgen María a su hijo Jesús, tampoco era motivo de discusión si el pesebre estaba unos metros más allá. 

Cuando el turista le preguntó si aquella frontera tenía razón de ser o, incluso algo más, si era de sentido común la construcción de un muro que separaba a dos pueblos, Amal respondió seca y contundente. 

¡¡ El fuerte acento hebreo, de dejó notar mucho más !!. Se va creer Vd. lo que le explicaron al otro lado ?. Le han dicho que esta es nuestra tierra y que el pueblo palestino residió en ella mucho antes que los judíos! Le han dicho que para ir de una ciudad a otra - controladas por la Autoridad Palestina -, no podemos hacerlo por la carretera que Vd a llegado hasta aquí ?. Que no podemos visitar a nuestros parientes en la franja de Gaza porque el paso está controlado por el ejército israelí ?. Que sólo obtenemos - con suma dificultad, muchas restricciones y siempre con motivo de fiestas y celebraciones especiales  - tres visados anuales para acceder a Jerusalén ?. Sabe que para circular desde Belén hasta Jericó, no podemos utilizar la ruta que Vd. a traído ahora , debiendo rodear más de 60 kms., circulando por una carretera secundaria y bajo control militar en los pueblos de los asentamientos ?

Pero...  y los acuerdos internacionales adoptados por las Naciones Unidas, - donde por cierto, el pueblo palestino está ya reconocido como miembro observador - cuando se decretó el reconocimiento de la Autoridad Palestina y el trazado de las zonas autónomas, ¿ de qué han servido ?.

Los representantes de la iglesia ortodoxa, bajo cuya organización y control está la casi totalidad de la Basílica, indicaron que podían avanzar para entrar a visitar el lugar donde nació Jesús. 

No obtuvo respuesta a su pregunta, pero el turista, entendió que la solución está muy lejana y, además, no será fácil.  


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