domingo, 24 de octubre de 2010

Nunca es tarde....

Hoy, vino Alejandro a casa. Era caída la tarde, cuando, previa llamada a su madre, anunció la visita.

No es frecuente, pero tampoco es extraño.

Cuando se presentó en casa, siempre parco en palabras, en esta ocasión, fue generoso. Por fin, se atrevió a pedirme que me afiliase a un partido político.

57 años sin militancia, ofrecen garantía suficiente como para reconocer mi escaso interés en pertenecer a un partido político en concreto, pero, la firmeza mostrada, la convicción en la demanda,   han  hecho mella en mi terquedad. Soy vulnerable y el motivo, era justificado.

Por fin, el Partido Pirata, de origen sueco y con presencia en el Parlamento Europeo, tiene formación en España y quiere presentarse en las próximas elecciones,  al Parlament de Catalunya.

Su postulado, defender los votos en blanco,  para que puedan ostentar representación parlamentaria.
Luchar por la defensa  de  las nuevas tecnologías, el software libre, internet al alcance de todos, sin censuras, sin límites, sin cortapisas de ningún tipo.

La libertad, llevada hasta cotas insospechadas hace sólo unas décadas.  Sin que nada ni nadie, pueda impedir la libre comunicación de las personas, potenciando la interacción, impulsando nuevos métodos de votación, participación y escrutinio. En definitiva, las decisiones tomadas por una mayoría real y eficaz, con participación de todo el electorado.

A última hora, incluso vino a cenar a casa con su pareja. Ha convencido a todos, incluso a mi, que hace sólo unos años, era incapaz de imaginar una situación parecida.

Si la política ha obrado el milagro de  afiliarme a un partido, - cuando estoy en la rampa de descenso de mi vida activa, - hoy, para celebrarlo, admitiré de buena gana que, poner fácil y gratuito para toda la humanidad, el alcance a las nuevas tecnologías,  es, posiblemente, el nuevo reto del futuro.

Gente joven, moderna, preparada y, sobre todo, generosa, ofreciendo todos sus conocimientos para los demás, cuando los mayores sólo pretendemos buscar la rentabilidad de un negocio,  hacen que,  posiblemente, debamos reflexionar más, acerca de este mundo mercantilizado.

Alejandro, cuenta con un voto. Gracias, hijo.