Prudencio Exojo (@Exojo) //   Más vale tarde que nunca.
Puede que Alicia Sánchez Camacho tuviese bien medidas y sopesadas, las consecuencias de su propuesta de financiación para Catalunya. Puede.
Es posible que, de una forma consensuada y de mutuo acuerdo con la Dirección General del partido, haya lanzado la oferta, – como si de un órdago a la grande se tratase – aguardando pacientemente la respuesta de los barones del PP y sus pesos pesados.
Es cierto que la propuesta de financiación, tiene más de un año de vida. Fue expuesta y explicada mucho antes que las ” terceras vías “, ofertadas en los últimos tiempos por el grueso de partidos en la oposición. Posiblemente, haya tenido el eco mediático mucho más tardío de lo políticamente necesario; tal vez, el ” tempo “, debiera haber sido otro y por eso, ahora, suene a justificación política de emergencia.
Sospechas de oportunidad política, no faltarán, pero, en buena lógica, sería un bálsamo económico que aliviaría – en el peor de los casos , la deriva secesionista de una buena parte del electorado catalán.
Si el razonamiento de los más exigentes se centra en el agobio financiero de la Comunidad Autónoma catalana; si, aún faltando al rigor informativo de la afirmación más publicada del España nos roba, la financiación constituye el pilar básico sobre el que construir un nuevo orden en este País, habrá que decir al votante, cuántos miles de millones a liberado el FLA a la comunidad catalana, explicarles que no tributan los territorios, si no las personas; preguntarle, a una buena parte de la ciudadanía, qué opina del destino de sus impuestos y, una vez obtenidas las respuestas más clarificadoras, posiblemente, convenga analizar los resultados.
Me dicen que Mariano Rajoy está midiendo perfectamente los tiempos. Me lo creo, aunque no me gustaría que lo hiciera con la mesura y el talante de su predecesor. Es cierto que en política, dejar pasar el tiempo, a veces, evita enfrentamientos molestos y dolorosos pero, también es verdad que en otras ocasiones, se deben tomar iniciativas serias, duras y tajantes, de manera tal, que marquen una pauta a seguir. Cuando alguien está errado, si no le corrigen, puede que considere acertado el camino por el que dirige sus pasos, no queriendo entender que si no llega al ansiado destino, no es por culpa de los otros, si no por el error inicial en la senda escogida,
Bienvenidas sean las soluciones de consenso.