jueves, 21 de marzo de 2013



Prudencio Exojo – @Exojo //    Detroit
Sede del NAIAS ( North American International Auto Show ), donde anualmente, en las instalaciones del COBO Center, se pueden admirar las últimas novedades automovilísticas, Detroit, es noticia estos días por vivir una angustia económica sin precedentes.
Capital de los “ Tres Grandes “, Chrysler, General Motors y Ford, durante varias décadas del siglo pasado, fue la imagen del milagro americano y símbolo de la fortaleza industrial del país. A sus fábricas, acudió la mano de obra procedente de la inmigración sureña, una población que en su mayoría, huía de la segregación racial de Georgia, Alabama, Mississippi o New Orleans.
Fue la cuna del sonido Motown, acrónimo de Motor Town, ( ciudad del motor ), dónde las raíces africanas de sus nuevos ciudadanos, fueron el alma de la música negra.
La irrupción de fabricantes asiáticos en el mundo del automóvil, globalización de mercados, unido a los costes de producción en un país con salarios altísimos, lastró la competitividad. Detroit, fue escenario de confrontaciones y luchas en el sindicalismo norteamericano. Como resultado final, el declive.
Poco a poco, la ciudad se ha ido deteriorando. Hoy en día, tenemos a nuestro alcance documentación audiovisual que nos muestra la realidad, pero, más allá de esa posibilidad, lo que entristece profundamente, es el contraste que se puede vivir, haciendo un recorrido inferior a dos millas. Pasear por el centro urbano y al girar una calle, tener la sensación de caminar por el interior de un suburbio abandonado, es el reflejo de la situación económica. Están cercanos a la bancarrota.
El próximo día 25, tomará posesión de las finanzas municipales, Kevyn Orr, el nuevo gestor de emergencia para salvar la economía de la ciudad. Nombrado por el Gobernador de Michigan, tendrá plenos poderes para realizar contratos, ajustar plantillas, fusionar administraciones, realizar pagos o suprimir todo aquello que considere necesario para la estabilidad económica de la ciudad, incluida la venta de activos. Con todo ello, si no consigue el equilibrio económico necesario, podrá declarar la suspensión de pagos y depositar en manos de un juez, las finanzas de la ciudad.
Con una población actual de 700.000 habitantes, ( llegó a tener 1.800.000 ), la hacienda local no recauda impuestos suficientes para afrontar los gastos y servicios comprometidos. El nuevo Gestor, tiene experiencia en reconversiones industriales, no en vano, fue el representante legal del gigante automovilístico Chrysler en la suspensión de pagos que presentó en 2009. Confía en un plan estratégico que puede durar dieciocho meses, y lo ha comparado con una actuación equivalente a la que se afrontaría en un Juegos Olímpicos, con la diferencia que en esta ocasión, el objetivo, no es realizar inversiones, si no reajustar el déficit presupuestario y evitar la que sería, sin lugar a dudas, la mayor suspensión de pagos municipal en la historia de los EE.UU.
Protestas, ha habido. Manifestaciones, también. Todos rechazan ser ciudadanos de segunda clase pero, hasta hoy, nadie se preocupó de saber cómo, cuándo y de qué manera se podían sufragar unos gastos y servicios comunitarios destinados a una población 1,4 veces superior al censo actual.
Desconozco los resultados de la fórmula extrapolada a nuestro país, pero, en ocasiones, tengo la sensación que sería la única alternativa posible a tanto desvarío económico.

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