TIRANDO A DAR
Tótum Revolútum. Es la
expresión que mejor define la actual situación político económica.
Andan los unos, levantando las
alfombras del déficit público, mientras descubren los otros que, tal vez, no estén los culpables dónde aquellos sospechaban.
Imputaciones recíprocas. Asignación
de responsabilidades al contrario y al final, el ciudadano, sin obtener información clara de quién, cómo
y dónde están los culpables. No hay mejor caldo de cultivo que la
interpretación sesgada y partidista de la situación económica.
Oyendo a unos, el déficit es
imputable al Estado; leyendo a otros,
las cuatro CC.AA que han declarado finalmente un porcentaje de deuda superior, son
las auténticas responsables del incremento de aquél. Todo ello, para llegar a
la siguiente conclusión final, - la
que debiéramos tener presente en cada momento, - los 90.000 millones de €
que, cual losa económica, pesan sobre nuestro presupuesto y por tanto, habremos
de afrontar con rigor, si queremos
alcanzar el tope máximo en el déficit impuesto por la U.E, aún cuando su
aplazamiento, parece será un hecho irrefutable.
Cada uno justifica el gasto
público con el esmero que le caracteriza. Catalunya, considera que el Estado
Central debiera suprimir cuatro Ministerios, habida cuenta que las
transferencias de servicios a las CC.AA, los vació de contenido y cuestiona su propia
existencia.
Andalucía, a pesar del
consenso habido en la reunión de la semana pasada, no quiere aceptar el recorte
del gasto en determinadas partidas sociales, consideradas intocables
La oposición, no aceptó
acompañar al partido en el Gobierno, en el apoyo a la Ley de Estabilidad
Presupuestaria, por lo que se considera libre de compromisos, para ejercer una
política de gasto sin la austeridad que Bruselas nos impone.
Tras la " metedura de
pata " de Krugman, diciendo un martes que Grecia se vería amablemente
invitada a abandonar la zona euro y que tanto Italia como España, tenían un
alto riesgo de sufrir un “ corralito “, tres días más tarde, se desdice de sus
palabras, justificándose con el siguiente argumento: esa predicción era posible, siempre y cuando se
diesen unas circunstancias concretas en el entorno de la U.E. y los países
mencionados. También cualquiera de nosotros sospecha que puede llover, cuando
el cielo está nublado.
Finalmente, la semana pasada,
Bankia se erigió en el principal foco de atención de nuestra economía. Si
expertos de reconocido prestigio, no aciertan a comprender por qué el Gobierno no
suspendió su cotización antes de hundirse estrepitosamente en bolsa, no seré
yo, aquí, quién diga lo contrario. Pero
si la CNMV ha de actuar como garante, ¿a qué endiabladas razones se debe su
falta de intervención ?
Andan los unos, preguntándose
el por qué del apoyo a la entidad financiera, no dedicando esos recursos a
paliar los recortes en asuntos sociales.
Descubren los otros que con esa medida, habremos saneado una buena parte
del ladrillo tóxico y aprovechan para recordar que ese dinero, no constituye un gasto a fondo perdido.
Alguno está equivocado, pero,
a buen seguro, nadie querrá reconocerlo.
Menos mal que la barca de
Chicago se mantuvo a flote.
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