miércoles, 4 de julio de 2012

TIRANDO A DAR 19 días y 19 noches. Ni el sereno y melodioso piano que suena en el hall del hotel, me ha repuesto del asombro. El sobresalto que me produjo la afirmación hecha por mi contertulio, no alteró la calma de ese Mediterráneo sureńo que baña las playas luminosas de Fuengirola. El día caluroso, aunque gris, invitaba a la ropa ligera, complemento de un atuendo veraniego, que aliviase el sofocante calor de esta Andalucía marinera. Aunque difícil, podía haber hecho de la necesidad virtud, pero no fui capaz de reponerme del asombro. Pensará el lector que me estoy refiriendo a las recientes declaraciones del secretario general del partido que gobierna en Catalunya, afirmando que no retrocederán ni un milímetro en la inmersión lingüística, a pesar de la reciente sentencia del Tribunal Supremo. ¡¡ De ningún modo !! Tal vez piense que mi alteración, tiene origen en el reciente descubrimiento de los doscientos mil españoles que acudían a las farmacias de nuestro pais, provistos de tarjeta de pensionista, cuando su número de registro sanitario corresponde a una persona en activo. ¡¡ Por favor, nada más lejos de la realidad !!, recuerde que esa actitud va impresa en los genes celtíbéricos. ¿ La prima de riesgo ? No, no, ni hablar. Estamos tan acostumbrados a sus vaivenes que, diría yo, convive con nosotros y por tanto, nos hemos acostumbrado a sus 500 puntos básicos. No olvide que aceptamos de buen grado un ligero descenso y lo recibimos como una bendición en forma de alivio financiero. Observará el lector que de los cinco millones de parados ni se habla en los medios, por tanto, no será esta noticia la causante del asombro. No se preocupe, tampoco me encogió el estómago que el partido en el gobierno, haya decidido no someterse al noble ejercicio democratico del debate sobre el estado de la nación. Olvídese. No va bien encaminado. El camarero nos presentó un besugo al horno, que rompió el ritmo de la conversación. Por un momento, creí volver en si y recuperar la normalidad pero, aquellas manos inquietas, seguían gesticulando con energía. En mi interior, aposté con firmeza me recriminaría la tremenda injusticia que representa el copago de un medicamento básico, sobre todo, en el caso de una señora que percibe una pensión no contributiva, dotada con escasos 587 € de renta mensual. Tampoco. Afirmó con rotundidad que el dinero no formaba parte de su diccionario básico. El camarero volvió a llenar su copa. No rechazó el postre, pero lo hizo a regañadientes. Seguía desgranando detalles y aumentaba mi sorpresa. En la era de las nuevas tecnologías, me costó 30 " mostrarle datos exactos de la magnitud de su afirmación. Mi interlocutora, Carmen, octogenaria, mente lúcida, memoria prodigisosa y gloria de nuestro arte hispano, conocida con el nombre artístico La Camboria, me estaba desgranando los detalles de su viaje a Japón. Desde Madrid a Moscú y de allí a Vladivostok. Posteriormente, mediante una conexión rápida, traslado al pais abanderado en las nuevas tecnologías. No actuó jamás en América por su miedo a volar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario